Yacimiento minero de Rodalquilar. |
Rodalquilar es una pedanía histórica de la Comarca de Níjar en pleno Parque Natural de Cabo de Gata. Hoy es un pueblo tranquilo y turístico, pero hace más de un siglo, en las últimas décadas del siglo XIX, se originó algo parecido a una fiebre del oro tras descubrirse este metal en una de las minas aledañas. El descubrimiento de oro surgió tras agotarse el plomo y otros metales que se venían extrayendo por la zona desde el siglo XVI.
Anfiteatro cerca del yacimiento. |
En 1930 se levantó cerca de Rodalquilar un poblado para dar cobijo a los nuevos mineros venidos de todas partes. Eran años de esplendor, situándose este pueblo a la cabeza de la comarca en demografía. El poblado de San Diego, que así se llamó, se sumió en el abandono tras el cierre de las minas. Aún siguen en pie restos de aquellos edificios, almacenes, laboratorios... que se pueden ver al lado de la carretera que nos lleva a Rodalquilar.
Minas de oro de Rodalquilar. |
Tolvas. |
En 1960, con el nuevo régimen aperturista de la dictadura y la consiguiente industrialización llevaron consigo la mano de obra. Unido a un costoso mecanismo de extracción del metal y la retirada del capital privado supuso que la minería en Almería decayera hasta el punto de cerrar prácticamente todas las minas. Las minas de oro de Rodalquilar cerraron oficialmente sus puertas en 1990 pero su producción era escasa o nula desde décadas atrás.
Edificio donde se cribaban los minerales. |
Sobre las cenizas del oro se encendió la llama del cine, que aprovecharon las instalaciones mineras para grabar todo tipo de películas desde spaguetti western como "Agáchate , maldito" o "Una razón para vivir y otra para morir" hasta otras producciones más modernas. Algunos títulos importantes fueron "Los guerreros del sol" del director Alan Johnson. "Indiana Jones y la última cruzada" dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford. De la película "El misterio de Wells" se rodaron escenas en los tanques(balsas) donde se lavaba el oro, estos tanques simulaban una ciudad de la Edad Media y la panta Denver era el castillo. Es una pena que se perdieran esos decorados tan fantásticos.
La Maravilla:
Para visitar esta joya de oro de la provincia es aconsejable dejar el vehículo en la explanada de la Iglesia y el jardín botánico y pasear por el yacimiento minero. Lo primero que veremos será el nuevo anfiteatro a un lado y las grandes balsas al otro. Adentrándonos observaremos los esqueletos de los edificios en semi-ruina pero aún fuertes y vigorosos.
Las tolvas se sitúan en lo más alto y transportaban el metal mediante cribas hasta los molinos donde se molía. El mineral llegaba hasta los dos primeros tanques y allí se sometía a reacciones químicas, más tarde pasaba por los siguientes cuatro grandes tanques donde se lavaba el oro para seguir con un proceso largo y costoso.
Tolvas y molinos en la parte de arriba de la mina y los seis grandes tanques abajo. |
Cualquier almeriense o visitante puede padecer su propia fiebre del oro o recrear escenas de sus películas favoritas. Tal fácil como acercarse a estas instalaciones abandonadas. Aquí el silencio es ensordecedor. Los colores cobrizos del coto minero se mezclan con el rosicler que deja el sol cuando se va, levantando la falda a la luna.
Atardecer desde las Minas de Rodalquilar. |
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