Puerta tradicional. |
Decía el hispanista británico Gerald Brenan "Mienten quienes afirman que jamás han sentido celos. Lo que ocurre es que nunca se han enamorado".
Eso nos ocurre cuando llegamos a la Villa de Felix, que sin conocerla no sentimos, pero una vez que hemos estado allí, quedamos enamorados eternamente. Enamorados de sus casas de arquitectura propia, sus paredes encaladas, sus puertas de madera longeva, sus calles limpias y vestidas con las hojas del otoño, el agua abundante de sus fuentes, sus balcones repletos de geranios...
Felix es culturalmente Alpujarra. Sin dejar de ser geográficamente de Poniente, ya que se encuentra al oeste de la capital almeriense, en la parte occidental de la provincia. Los felisarios reciben con las manos abiertas al visitante, abriéndole las puertas a uno de los pueblos más bellos de la provincia y con más personalidad.
Plaza de Felix. |
A Gerald Brenan le encantaba la Alpujarra de Almería y la visitaba a menudo. Llegó a decir que sus pueblos eran como un cubo de cal arrojado al pie de las montañas.
Fuente de la Villa de Felix. |
Puerta tradicional. |
La Alpujarra más soleada nos la ofrece Felix y su vecina Enix con buena temperatura todo el año. Son quince los kilómetros que separan el mar Mediterráneo de la Villa de Felix que se encuentra 812 metros de altitud, son muchos metros que salvar en tan poca distancia por lo que se espera una pendiente importante y una carretera entretenida para llegar al pueblo.
La Iglesia está construida sobre una mezquita convertida al cristianismo por los RR.CC. Isabel y Fernando. El templo está dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación.
Felix a las cuatro de la tarde. |
Entre callejones y pasadizos ascendemos a la parte alta del pueblo. Allí se encuentra el castillo árabe del siglo XI que corona Felix con los restos de su vieja gloria. Estos restos corresponden a un torreón desde el cual se divisaba y se divisa nítidamente la bahía de Almería. El castillo adquirió gran importancia durante las rebeliones moriscas del siglo XVI.
Restos del castillo árabe de Felix. |
La Maravilla:
El mirador de la ermita de Felix es un lugar de otra dimensión con vistas inmejorables hacia todos los puntos cardinales. El mar Mediterráneo, la sierra de Gádor, los monumentos del pueblo... todo queda expuesto a los ojos del viajero con una panorámica que ya nunca olvidará.
El mar Mediterráneo entre brisas desde el balcón natural de la Villa de Felix. |
Del templo desconocemos su nombre, culmina un cerro de manera excelsa y su arquitectura es difícil de explicar, ya que no se concibe algo tan magnífico siendo tan simple.
Ermita de Felix entre cerros de la Sierra de Gádor. |
Su blancura da la sensación que se debe a que los felisarios se levantan durante la noche para que cada día brille con luz propia la cruz sobre la cúpula.
Mirador de la ermita, la maravilla de Felix. |
Precioso pueblo del que solo conocía las cosas que comenta mi exalumna SAra Cayuela que vive allí. Yo soy una enamorada de Almería sobre todo de la zona de CAbo de Gata, interior y costa.
ResponderEliminarPorque las puertas tienen esa forma tan curiosa?
ResponderEliminarPorque las puertas tienen esa forma tan curiosa?
ResponderEliminarA que se debe la forma de las puertas???
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