22 de diciembre de 2014

Rioja de Almería, con las puertas siempre abiertas

Lavadero público de Rioja.
Este cruce de caminos que se llama Rioja nos brinda la oportunidad de relajarnos y disfrutar de la naturaleza, a unos cuantos pasos de la capital de la provincia. A poco más de trece o catorce kilómetros de Almería por la carretera nacional 340 nos encontramos el Toro de Osborne y el famoso puente con nueve ojos del Río Andarax que une Benahadux con Rioja.

Al pasar el puente entramos al casco urbano que queda diseminado a ambas orillas de la carretera que aquí llaman Avenida Felix Rodríguez de La Fuente. No sabemos por qué se le dedica esta calle al naturalista burgalés, pero poca gente más que él se merece el privilegio de portar el nombre de la arteria más importante del municipio.

Aunque Rioja no cuenta con más de 1500 habitantes hay que decir que sus plazas están repletas de gente y sus parques con nombre de personajes de Disney siempre están llenos de niñas y niños. A los riojeños y riojeñas les gusta la vida en la calle, en sus calles. Por algo a Rioja la han seleccionado junto a unos pocos municipios de Andalucía como "Ciudad Amable" por generar puntos de encuentro vecinales y favorecer al peatón y al ciclista frente al coche.


Casa donde nació el Premio Príncipe de Asturias Ginés Morata.
Plaza de la Constitución en Rioja de Almería.
Como decíamos ayer, seguimos por la calle de Félix Rodríguez de la Fuente, y la primera parada está en la plaza de la Constitución donde se encuentra la Casa Consistorial, a la sombra de un árbol centenario. Debajo de éste también se encuentra la fuente de entrada al pueblo, parada obligatoria para todos los ciclistas que por aquí pasan. A escasos metros se ubica la casa donde nació el biólogo Ginés Morata, Premio Príncipe de Asturias.

En la vega del Río Andarax emerge la figura de la Iglesia del Rosario, parroquia de Rioja desde el siglo XVI. En su interior cobija a la patrona de Rioja la Virgen del Rosario a la que se venera en procesión el primer fin de semana de octubre, fecha en la que se celebran las fiestas del pueblo. En estas fiestas los chiringuitos de la plaza se encuentran los amigos de toda la vida y acuden los jóvenes de todo el Bajo Andarax.
Iglesia Parroquial de Rioja, Almería.

Al otro lado de la carretera, en el barrio de la Ermita, se encuentra una plaza muy bien acompañada de edificios importantes para el pueblo. Junto a la ermita de la virgen del Carmen, que le da nombre a este barrio, se encuentra el colegio público, la guardería, el centro de mayores y el teatro municipal.


Barrio de la Ermita en Rioja de Almería.
Recorremos las calles de Rioja de plaza a plaza y de fuente en fuente hasta llegar al Lavadero, un lugar emblemático para los lugareños. El 13 de Mayo de 1870 se mandó a construir y fue costeado por los habitantes del pueblo con un precio de 2000 reales. Hoy en día no es más que el recuerdo de lo que fue, un lugar de esparcimiento y ocio para las mujeres de otra época.

Desde el barrio más alto del pueblo obtenemos la mejor vista con un plano panorámico inigualable, aunque el día estaba un poco turbio y la calina hacía acto de presencia se observan los lugares de interés del municipio e incluso se divisan otros pueblos vecinos. Al fondo, sobre el puente del río el Toro de Osborne siempre acechando con su silueta taciturna.
Panorámica de Rioja de Almería desde un cerro mirador.
La Maravilla
En los márgenes de la carretera nacional que atraviesa el pueblo se encuentran viejos portones de las antiguas fincas señoriales del municipio. Vestigios de un pasado de esplendor que aún se conservan.


Una de las fincas más conocidas es la de Piqueras Hermanos, dónde se encuentra la famosa Casa Rosa. La parcela cuenta incluso con una capilla con una cripta funeraria. En la puerta señorial de entrada se puede leer el nombre de los propietarios, la familia Piqueras y el año de 1870.

Puerta señorial de la finca de Piqueras Hermanos en Rioja de Almería.
Puerta de Villa Nieves en Rioja.
Eran muchas las fincas señoriales que se esparcían a los lados de la carretera. Hoy en día quedan algunas habitadas y en buena conservación, otras están deshabitadas, y el resto directamente no existen y sólo queda de ellas estas grandiosas entradas. Los dueños eran personalidades importantes de la época como la familia Navarro Moner, que le da nombre a una de estas fincas. Otras puertas con solera son, por ejemplo, la de Villa Nieves o la del cortijo Casablanca. Se trata, al fin y al cabo, de valiosos monumentos con forma de puerta de entrada que invitan a pasar un buen día en este apacible municipio del Bajo Andarax.
La gran puerta de Rioja, un monumento emblemático del municipio.

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