Beires, un museo al aire libre

Casa edificada en la roca.

El municipio alpujarreño de Beires es una pequeña perla blanca en mitad de la espesura verde del valle del Andarax. Su núcleo urbano es el tradicional alpujarreño con sus calles serpenteantes y sus cuestas empinadas. Está relativamente cerca de la capital almeriense, tan sólo 55 kilómetros, por lo que aconsejamos que nadie se pierda este pueblo que es un museo en sí.

Entrada al pueblo minero de Beires.

Beires nos recibe con un minero tirando de una vagoneta, dándonos a entender lo que vamos a poder disfrutar en el interior del pueblo. También resalta en la entrada una imitación de una fortaleza. Todo esto rodeado de piedras blancas que ejercen de nieve artificial, algo que es frecuente ciertos días del año. "La nieve" en forma de piedras blancas parecen estar colocadas una por una con mucho mimo. Hasta los focos quedan cubiertos de piedras para no desentonar.

Pórtico de la Iglesia.

Subimos la primera cuesta y ya vemos la Iglesia de la Misericordia, perfectamente cuidada y reformada con nuevos gustos estéticos que nada tienen que ver con los de su origen en el siglo XVIII. En la plaza de la Iglesia se encuentra un mirador en el cual podemos reponer fuerzas bebiendo agua de la fuente mientras observamos desde un sitio privilegiado los pueblos vecinos de Almócita y Padules.

La fuente también necesita un espacio para su mención. El agua que llega en abundancia parece venir de una acequia y resbala en forma de cascada pasando debajo de un arco de piedra. Son los propios vecinos los que se dedican y preocupan de cuidar la fuente y las plantas que la rodean.

Fuente de Beires.

Ya nos hacemos una idea de lo que puede significar la imitación de fortaleza que hay a la entrada del pueblo cuando vemos las ruinas del castillejo de Beires. Las encontramos a la salida del pueblo, en la carretera que va Ohanes. Se trataba de una fortaleza islámica del siglo XII que servía para proteger el valle del Andarax y el camino de La Alpujarra.

Castillejo de Beires.

Beires, junto a Almócita y Padules comparte un monumento centenario, la Ermita de los Tres Pueblos . Este santuario está sumido en el abandono pero merece la pena visitarlo.

La Maravilla:

El Museo al aire libre de la Minería nos traslada a una época de esplendor del pueblo. En él se recrea la extracción y el transporte del hierro. Para no perderse por sus seis paradas te van guiando señales con forma de casco minero.

Museo Abierto de Minería de Beires.

Las seis paradas del Museo Abierto nos recuerdan:

Beires desde la Balsa de la Espeñuelas.

1 Las montañas de hierro de Beires.

2 A la búsqueda de los tesoros de la tierra.

3 La conflictividad social.

4 La vida de los mineros.

5 Los problemas del transporte ferroviario.

6 Cierre de las minas y emigración de los trabajadores.