30 de marzo de 2015

Instinción, al son de acordes musicales

Iglesia de San Juan Bautista, Instinción.
Instinción no es un sitio cualquiera, es el pueblo de la música y la tranquilidad, enclavado en una de las zonas más encantadoras de la provincia de Almería, a mitad de camino entre la alta y la baja Alpujarra. Sus calles estrechas e intrincadas no dejan de ascender y serpentear. El trayecto siempre lo acompaña el sonido de fondo de los instrumentos de la banda municipal. Aquí la música tiene gran arraigo y tradición. La inspiración, suponemos que será extraída del sonido incesante del curso del río Andarax, o el trinar de los pájaros que anidan la vega plagada de cítricos, o el silbido del viento que llega entre las sierras Nevada y de Gádor.

La Banda de Música "Los Iris", formada por unos cien integrantes, es uno de los orgullos de Instinción. Anualmente llegan a actuar hasta en cien eventos de todo tipo, con carácter festivo o religioso. La cita más recordada tuvo lugar en Agosto de 2007, cuando cincuenta músicos de esta banda se desplazaron hacia París para recorrer Disneyland a modo de pasacalles. Este acto atrajo las miradas de miles de personas que abarrotaban uno de los parques temáticos más visitados de Europa.

Tinao alpujarreño en Instinción.
El canto de sirena que ejercen las melodías de Instinción te atraen y te dirigen al centro del pueblo, donde aparte de estar la sede de la banda, se encuentra la iglesia mudéjar del siglo XVI dedicada a San Juan Bautista. La puerta original fue cegada en el siglo XIX y se abrió otra orientada más hacia el este. Su esbelta torre le da un aspecto ineludible de fortaleza, en lo más alto un reloj marca las horas del pueblo. Ni los moriscos en la rebelión de 1568 fueron capaces de quemar esta iglesia, como si hicieron con los templos cristianos de buena parte de la provincia de Almería.

Frente a la Iglesia se encuentra el Ayuntamiento, este tiene su sede en un edificio de dos plantas sobre un pórtico y representa la arquitectura burguesa que se dió lugar con el auge de la minería y el esplendor de la uva. Por todo el pueblo encontraremos diseminados edificios señoriales de corte historicista. Entre casas señoriales y calles de origen andalusí encontramos muestras evidentes de arquitectura propia alpujarreña como es el caso de un tinao, en una calle estrecha, alargada y empinada que traspasa un edificio por debajo.
Instinción de noche. El reloj de la torre de la Iglesia al mismo nivel que la luz de luna.
El bosque de árboles cítricos, en su mayoría naranjos, es la sucesión natural del cultivo de la uva de mesa, en la constante lucha de la gente del campo por aprovechar la tierra para la agricultura desde tiempos ancestrales. Los parrales que inundaban los márgenes del Andarax a su paso por Instinción fueron arrancados por falta de beneficios, como en casi todos los pueblos de la zona. Durante décadas la uva de Almería dió vida a estos pueblos y trabajo a sus habitantes. Hoy es la naranja la que ofrece puestos de trabajo a los empleados de Instinción, agricultores en su mayoría.

 Divina Infantita en el interior de la iglesia de Instinción.
En 2014 llegó desde México la imagen original de la Divina Infantita. A su llegada al pueblo de Instinción se la llevó en procesión desde el antiguo colegio Divina Infantita hasta la Iglesia de San Juan Bautista, donde se le dedicó una homilía. En todo momento estuvo escoltada por la Banda de Música y cientos de visitantes venidos desde todos los puntos de la provincia para no perderse un evento único. Para finalizar la jornada hubo una degustación en el colegio, junto a la imagen y a las Madres de la congregación.

Durante este día importante para el pueblo se recordó la figura del presbítero almeriense Federico Salvador Ramón, fundador de la congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña.
Panorámica de Instinción desde el camino hacia la ermita del Cerro de la Cruz.

La Maravilla

Sendero hacia la ermita del Cerro de la Cruz.
Desde las casas más viejas del Barrio Alto, comienza un camino de piedra y barandillas de troncos de madera. El pueblo aquí sigue ascendiendo y sigue haciéndose más bonito acompañados de aromas naturales que desprenden las plantas endémicas de estos cerros como el tomillo o el romero. Cada paso hacia arriba lleva su correspondiente mirada hacia abajo y para la vista son como una sucesión de diapositivas que nos otorgan una panorámica distinta cada vez. Entre pinos jóvenes observamos el contraste desolador de las tierras áridas casi desérticas chocando con el verdor de la vega del Andarax.

El sendero culmina en el Cerro de la Cruz, donde se erige una pequeña ermita. Los emplazamientos de los lugares santos suelen estar historicamente en lugares privilegiados, como es el caso. El templo con planta cuadrada está pintado de blanco con una cúpula por techo de color rojo. En el interior, se detiene en el tiempo una cruz floral que mira hacia el pueblo.
Ermita del Cerro del Cruz, orientada hacia las casas del municipio de Instinción.

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