Rincones de Alcudia de Monteagud. |
El corazón de la provincia late por estos pueblos pequeños con identidad propia y con un pasado común. Tahal, Benitagla y Benizalón son los vecinos más cercanos de Alcudia y, todos ellos juntos, son las flores más bonitas del milenario almendro de Almería.
Esta parte de la Sierra de los Filabres quedó casi deforestada debido a la fuerte demanda de leña para los hornos de fundición por el auge de la minería en siglo XIX. Desde hace unas décadas se están repoblando algunos parajes y poco a poco se intenta devolver el aspecto original a estas montañas y restaurar la flora y fauna con animales y árboles endémicos. Es un duro y lento trabajo, pero necesario para el ecosistema almeriense.
Entrada al municipio de Alcudia de Monteagud con las banderas al viento. |
A mediados del siglo XX la nueva mecanización agraria desplazó a las eras a un segundo plano, pero aún hoy siguen recordando ese método ancestral en eras como la de Pepe Hijinio, en Uleila del Campo, donde cada verano, por el mes de Julio, se celebra la Fiesta de la Trilla.
Era Grande de Alcudia de Monteagud, una de las mayores de toda la provincia de Almería. |
Calles de Alcudia de Monteagud. |
Salimos ya del centro urbano de Alcudia de Monteagud con la frustración de no haber podido recorrer cada calle, cada esquina de este pueblo, pero el caer de la tarde se nos echa encima y nuestro empeño por buscar todas y cada una de las maravillas que esconden los ciento dos municipios de la provincia de Almería nos lleva al despoblado de Alhabia de Filabres. Antes, nos detendremos a orillas de la carretera para observar una panorámica excelsa donde cada teja, cada árbol, cada nube está en una posición que te cautiva y embelesa.
Panorámica de Alcudia de Monteagud desde la carretera que nos lleva al municipio de Benitagla. |
Fuente de Alhabia de Filabres. |
Testigo inerte del pasado de esplendor de estas tierras es la Torre de Alhabia. Está datada entre los siglos XII y XV, flanqueada en un valle de almendros, rodeado de encinas que se asoman a un barranco. Frente a la torre se divisa Benitagla y el cerro de Monteagud como si de una estampa se tratase.
A escasos metros de la torre se encuentra la fuente, otro de los pocos vestigios que han sobrevivido de un pueblo que fue borrado del mapa hace ya casi cinco siglos.
Torre de Alhabia en Alcudia de Monteagud. Al fondo Benitagla y el cerro de Monteagud. |
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