28 de noviembre de 2015

Museos de Terque y Jornada de recuperación de Oficios Antiguos

Museo provincial de la Uva de barco.
A finales de marzo de este año publicamos en nuestro blog una entrada dedicada al municipio de Terque con motivo de una agradable visita anterior a la correspondiente publicación. Esa entrada se puede volver a ver las veces que se desee pinchando en el enlace. En esa misma publicación prometíamos volver a Terque, para hablarles a todos de los museos que alberga a lo largo y ancho de su trazado urbano, ya que no tuvimos la oportunidad de visitarlos ese día. Pues así hemos hecho y aquí les traemos un breve resumen de todo lo que se puede disfrutar por sus, nada más y nada menos, que cinco museos, los cuales pudimos fotografiar por dentro y por fuera; Museo provincial de la Uva y tienda de tejidos La Modernista, situados en el Teatro municipal Manuel Galiana. El museo de la Escritura Popular, en la conocida Casa de los Yebra. El museo Etnográfico ocupa otra casa burguesa situada junto al ayuntamiento. Y, finalmente, la Cueva de San José, ubicado en el barrio de las Cuevas, en la parte más alta del pueblo.

Museo de la Escritura Popular.
El museo de la Uva de barco es un referente a nivel provincial a la hora de explicar el cómo, cuándo, dónde y qué fue la "uva de barco", también conocida como la "uva de Ohanes". No sólo se narran escenas de una gran parte de la historia moderna de Almería que estuvo protagonizada directa o indirectamente por la fruta obtenida de la vid, sino que también se exponen numerosos aperos y artilugios del siglo pasado que ayudan aún más a la comprensión de este oficio. Muchos de los objetos fueron donados por particulares que se dedican o dedicaron a esta actividad.

Compartiendo momentáneamente las salas del Teatro Manuel Galiana con el museo de la Uva, se encuentra la tienda centenaria de tejidos "La Modernista", donde se refleja la moda en las vestimentas de hace cien años a través de mostradores y armarios recuperados de una antigua tienda. En esta sala se pueden ver los trajes, sombreros o zapatos a la venta a principios del siglo XX.
Edificio municipal que alberga el Museo provincial de la Uva de barco y la tienda de tejidos "La Modernista".
Cueva Museo de San José.
En otra parte del pueblo, en una de las muchas edificaciones señoriales y burguesas del siglo XIX se encuentra el museo de Escritura Popular, situado en la casa de los Yebra. Con más de diez mil documentos relacionados con la escritura en nuestra provincia, como bien pueden ser cartas, panfletos o periódicos, es uno de los más importantes museos de estas características en toda España y un archivo transcendental de la historia de nuestra provincia ya que como todos saben "las palabras vuelan, la escritura permanece". Aquí se identifican todas las clases sociales de épocas pasadas, desde las epístolas eclesiásticas o correspondencias militares hasta cartas de maestros o personas analfabetas.

En la parte más auténtica de Terque, donde se sitúa el barrio de las Cuevas, encontramos una cueva llamada San José, destinada a albergar exposiciones temporales. Aunque también protagoniza pequeños conciertos o conferencias. Durante nuestra visita, la temática de la exposición era y sigue siendo hasta junio de 2016, la literatura de kiosco. En sus vitrinas se pueden ver obras de Francisco Villaespesa, Carmen de Burgos y muchos autores almerienses. Autores de todos los géneros literarios, desde la prensa rosa a la novela policíaca. El solo hecho de pasear por el interior de ésta cueva, merece la pena, y mucho. Afuera, en el exterior de la cueva, se ve inmejorable, una panorámica del pueblo y la vega de cítricos.
Centenaria tienda de Tejidos "La Modernista".

Primera planta del Museo Etnográfico de Terque.
Aunque es difícil elegir entre tanta variedad y buen gusto, nosotros nos quedamos con el Museo Etnográfico como el mejor de todos los que vimos. Que cada uno aporte su opinión. La nuestra viene, más que nada, por la abundancia de objetos que se pueden ver, muchos de ellos centenarios y por plasmar lo mejor posible como era la vida cotidiana hace décadas. Las habitaciones de la casa señorial que ocupa el museo conjugan también distintas secuencias de la vida laboral de la época. Un estanco, una barbería, una farmacia, ¡un aula de escuela!. Cada una de ellas están equipadas con todos los utensilios y lujo de detalles.

Son centenares de objetos los que podemos encontrar. Hemos visitado varios museos etnográficos por la provincia de Almería y éste es el mayor de todos. Los dormitorios, la cocina, el baño, todo queda reflejado fielmente en unas salas que bien pueden ser escenas de la memoria de muchas personas mayores que aún lo recuerdan todo.
Segunda planta del Museo Etnográfico de Terque.


La Maravilla

Pintura, presente durante la jornada.
La Alpujarra almeriense no deja de reinventarse, y cada año son nuevas las innovaciones y proyectos que se llevan a cabo con éxito, gracias a la implicación masiva de los vecinos de cada pueblo, los cuales saben bien que el futuro y la supervivencia de los pequeños municipios pasa por sus manos, para que nada le falte al visitante y tenga ganas de volver y repetir experiencias satisfactorias de años anteriores.

La Jornada anual de recuperación de Oficios Antiguos de Terque es otra oferta más de la amplia gama de ocio que ofrece la Alpujarra almeriense, de las cuales hemos hablado en este blog en su mayoría. Las recreaciones históricas de Padules, el Festival flamenco de Fondón, los encierros por San Marcos en Ohanes o la Noche de los candiles en Almócita. Y es que todos los pueblos de esta comarca le entregan al viajero un regalo, en forma de momentos y recuerdos inolvidables, llevándose con él un trocito de cada uno de éstos lugares.

Centrándonos un poco más en el protagonista de esta entrada hay que decir que lleva celebrándose desde 2003, coincidiendo cada año con las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario, el primer fin de semana de octubre.
Representación de una dura tarea, por suerte desaparecida, durante la Jornada de recuperación de Oficios Antiguos.
Por las calles de Terque podía verse de todo. El pueblo te da la bienvenida con el sonido del agua y las risas de unas mujeres mientras cantan lavando la ropa en el lavadero como antiguamente. Seguidamente encontrabas un hombre que te enseña como se mantiene la magia las fachadas de un pueblo alpujarreño blanqueando las calles con la cal como
siempre se ha hecho. Del blanco resplandeciente de las fachadas pasamos al blanco roto de unos folios los cuales se llena de una gama de coloridos que te atraen lo mismo que un campo magnético a un imán, no es nada menos que las paletas de unos pintores que te dejan ver la plaza del pueblo desde sus ojos. 
En la plaza el olor te embriaga hacia multitud de puestos donde se encuentran platos tradicionales almerienses con gente sonriente que te invita a degustarlos. En cada uno de sus puestos te muestran todos los artefactos de cocina de antiguamente como los que se hace la morcilla en la matanza, etc. 

No has terminado de ver toda la plaza cuando te despierta el sonido del "afilaor" que se encuentra a la sombra de las hojas del gran árbol. Desde aquí ya se abren todas las calles y cada una de ellas esconden muchas sorpresas que quieren ser descubiertas. Hombres y mujeres sentadas trabajando con esparto. Pies que se mueven al compás de bandurrias y violines que tocan música tradicional Almeriense como la canción de "Niña asómate a la reja". 
No hay punto y final hasta que te pegas la comilona bajo la caricia del sol alpujarreño, esto seria lo que culmina la visita después de recorrer todas las cuestas y las calles de Terque. La jornada es un espectáculo para todos los sentidos, sin olvidar que para disfrutar al máximo de esta fiesta lo mejor es ir en compañía porque lo mejor de tanta felicidad es verla reflejada en los ojos de los que te están acompañando en este viaje hacia el pasado.
Jornada de recuperación de oficios antiguos. Música folclórica en la puerta de la iglesia de Terque.

No hay comentarios:

Publicar un comentario