3 de marzo de 2015

Tabernas, un otero en el desierto

Iglesia mudéjar del siglo XVI.
En el municipio de Tabernas podemos encontrar de todo; un castillo antiquísimo, una iglesia mudéjar de 1505, un circuito de velocidad, una plataforma solar de las más grandes de Europa, poblados del oeste, extensas olivareras y desierto. Bueno, y ¡peñas de flamenco!, y unos carpinteros artesanos que trabajan la madera como nadie,... ¡incluso un viejo aeródromo!.

Pasar por mitad del casco urbano de Tabernas era obligado hasta los años noventa para quienes cruzaban la provincia de norte a sur y viceversa. La avenida de Andalucía era la calle que atravesaban los viajeros. Hoy en día, la carretera nacional pasa al otro lado del castillo y dejó de dividir un pueblo partido en dos.

La avenida de Andalucía sigue siendo una calle neurálgica y de vital importancia en el desarrollo de Tabernas. A ambos lados de la vía se erigen edificios emblemáticos como el casino o la casa consistorial. El centro de reunión y de esparcimiento de los vecinos se encuentra junto a esta calle, en la plaza de España. La protagonista de esta plaza es la iglesia de la Encarnación con sus vetustos muros del siglo XVI.
Plaza de toros de Tabernas.

Las calles y plazas de Tabernas están llenas de vida y de vidas. Además, han sido recorridas por personajes célebres del mundo del cine. Las dunas marcianas de su desierto atrajeron a directores de fama y prestigio como Sergio Leone, actores de renombre como Clint Eastwood y títulos para la historia del séptimo arte como "Patton".

Se nos olvidó antes mencionar que Tabernas también tiene plaza de toros, ¡por si le faltaba algo!. Situada en la parte baja entre pinos. Actualmente sus muros de piedra no presentan sus mejores días de gloria pero antaño grandes toreros pisaron su albero.
Extensas olivareras en los márgenes de la carretera nacional. Culmina la estampa el cerro de Monteagud.
Recta de Tabernas, carretera nacional 340.
Salimos ya del centro urbano de Tabernas y volvemos a tomar la carretera nacional que nos trajo hasta aquí. En los veinticinco kilómetros que separan Tabernas de Sorbas encontramos motivos para la esperanza y la tétrica imagen del desierto se convierte en grandes extensiones olivareras. El cultivo del olivo transforma el ocre desértico en verde aceituna. Los olivos cubren un horizonte que se corta en el cerro de Monteagud, con su santuario oteando los campos.

En los márgenes de la carretera se divisan las ruinas de un viejo aeródromo y las placas fotovoltaicas de la plataforma solar, una de las más grandes de Europa, en buena parte debido a la gran cantidad de horas de sol al año en esta zona. Más adelante está el circuito de velocidad, que acoge cada año una prueba del campeonato español de motociclismo.
Panorámica de Tabernas desde el castillo, con Sierra Alhamilla de fondo.

La Maravilla

Entrada al recinto arqueológico con el pueblo abajo.
El castillo milenario de Tabernas domina desde un otero la plenitud sobrecogedora del Desierto de Almería. La silueta del castillo se divisa como un bosquejo en el horizonte desde sitios tan dispares y remotos como la Sierra de Gádor, Sierra Alhamilla o Sierra de Los Filabres. El pueblo de Tabernas ha estado siempre al abrigo de su castillo, desde el tiempo de los fenicios. Al parecer fue esta civilización mediterránea la que levantó los primeros muros del castillo para defender la zona. Posteriormente sirvió de fortaleza para los romanos y, finalmente, en los siglos XIV y XV los árabes supieron darle todo el esplendor que aún conservan sus restos hoy en día.

Durante la reconquista cristiana de Almería en 1489 fue parada de descanso para los Reyes Católicos antes de su conquista definitiva de la ciudad de Almería en diciembre de ese mismo año. En el interior del castillo reposaron unos días antes de establecerse en la Alcazaba de Almería para pasar allí las navidades.
Partes reconstruidas y otras en ruinas de la fortaleza en el interior del recinto arqueológico.
La cuesta de acceso al castillo empieza a elevarse en zig-zag unos cientos de metros más abajo, desde el pabellón municipal. Podemos llegar a imaginarnos a Isabel y Fernando subiendo por estas pendientes, a lomos de algún burro, claro. Y es que es notorio recalcar que por aquí pasaron estos dos personajes tan esenciales en la historia de España por los importantes acontecimientos que surgieron durante sus reinados. Los Reyes Católicos eran dos enamorados del sur de España y del Reino de Granada, al cual pertenecía Almería. De hecho, sus cuerpos descansan en la capilla real de la Catedral de Granada.
Parte restaurada del castillo, correspondiente a una de las torres y una parte de la muralla.

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