26 de febrero de 2015

Plaza Vieja de Almería, de zoco musulmán a plaza de la Constitución

Pingurucho de la plaza Vieja.
A los pies de la Alcazaba, en la parte más alta del casco histórico, encontramos la plaza de la Constitución, conocida otrora como plaza de la Libertad y conocida por todos, cariñosamente, como la plaza Vieja. Se trata de uno de los lugares más emblemáticos y queridos de toda la provincia de Almería, practicamente todos los almerienses han pasado por aquí alguna vez, y practicamente todos los turistas han venido a conocer este sitio con casta y solera.

El monumento a los Coloraos es el protagonista absoluto de la plaza, se conoce desde siempre como el pingurucho. su altura es el tamaño de nuestra libertad y está emparejado a las tres colosales palmeras que juegan con él.

Cada 24 de agosto se entrega una ofrenda floral por parte de las autoridades a los mártires de la libertad. Las flores depositadas en el pingurucho se dedican a la memoria de los 22 liberales fusilados en 1824 en la calle Granada, sin juicio previo, por parte del régimen absolutista de Fernando VII. Estos liberales eran conocidos como los coloraos por el tono cromático de sus camisas y pretendían provocar un levantamiento popular en contra del absolutismo y en favor de la constitución de 1812.


Fachada del Ayuntamiento de Almería, en obras.
Volviendo un poco a los orígenes de la plaza podemos decir que fue proyectada para albergar la sede del ayuntamiento de la ciudad de Almería a finales del siglo XIX. En la actualidad, el Ayuntamiento se encuentra en fase de remodelación y su sede se ha trasladado a la casa burguesa junto al Centro de Arte , frente a la Estación Intermodal.

La plaza se levantó sobre el antiguo zoco musulmán, un lugar de esparcimiento, esencial en la vida musulmana. En estos mercadillos un ciudadano de a pie podría encontrar todo lo que podría necesitar, especias, animales, barbería,.. Todo lo que se vendía y compraba en el zoco pasaba por la atenta mirada del funcionario público destinado a esta tarea; el zabazoque. El zabazoque desplegaba a sus fieles almotacenes por el zoco para evitar hurtos, y si se llegasen a producir, poder apresar a los ladrones.

Es una verdadera fortuna poder participar en las jornadas de noche en blanco y noche en negro que organiza el Ayuntamiento de la capital. En la plaza Vieja, en concreto, podemos disfrutar de conciertos que se pueden disfrutar, si se desea, desde el anfiteatro recientemente inaugurado en los tejados, a los cuales se accede desde el Centro de Interpretación Territorial.
Jornada de Noche en Blanco en los tejados de la plaza Vieja de Almería.
Desde los tejados vemos el patio del convento de las Claras, con una cruz dedicada a los caídos por Dios y por España. También resalta el campanario de la catedral con un aspecto bisoño. Al otro lado, la majestuosidad del cerro de San Cristóbal no deja de sorprendernos desde cualquier punto de la ciudad. Y, como no, la bella alcazaba, siempre presente en todas las miradas, se yergue sobre los tejados de los barrios de la Chanca y Pescadería.

Echando un vistazo al interior de la plaza, vemos una imagen distinta del pingurucho y las palmeras que lo flanquean. Desde aquí uno se da cuenta de las hechuras de la plaza, acostumbrados a la estrechez de las calles del casco histórico y al hacinamiento de edificios.
Alcazaba de Almería desde los tejados de la plaza Vieja.

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Personajes ilustres de Almería.
Junto a la única entrada abierta hacia la plaza, la que nos lleva a la calle Marín, se abrió hace bien poco el Centro de Interpretación Territorial, algo que necesitaba la ciudad y por fin se ha conseguido. El lugar elegido es inigualable. Aquí podremos conocer nuestros orígenes, nuestro pasado, lo que hemos sido y, al fin y al cabo, lo que somos.

Toda la información que aquí se expone está perfectamente seccionada en bloques para mejorar su facilidad de comprensión. Encontraremos explicaciones a todo lo relativo a lo nuestro; el cable inglés, los refugios de la Guerra Civil, el Indalo, etc. Se dispone incluso de un espacio dedicado a personajes ilustres de Almería donde no pueden faltar músicos como Antonio de Torres, políticos como Nicolás Salmerón, toreros como Relampaguito o escritores como Villaespesa.

En la parte dedicada al periodo islámico de Almería conocemos a una España que pudo ser y no fue; guerras santas, entretelas internas y, finalmente, como tantas veces en nuestra historia, no fuimos derrotados por ningún ejército extranjero sino que fuimos derrotados por nosotros mismos, al expulsar injustamente a una gente inocente que eran tan españoles como los cristianos, llevándose con ellos una parte de nosotros y dejando una huella imborrable en cualquier aspecto social y cultural de nuestras vidas.
Una de las salas del Centro de Interpretación Territorial de Almería, dedicada al cable inglés.

24 de febrero de 2015

Enix, la Alpujarra que se abre al mar

Enix;Tierra de hombres libres, como Agustín Gómez Arcos.
La Villa de Enix es uno de los pocos municipios de España marcadamente serranos que puede presumir de tener playa dentro de su término municipal. La capital del municipio se encuentra a más de setecientos metros de altitud sobre el nivel del mar, esta altitud desciende paulatinamente hasta llegar a la playa de El Palmer, el trozo de mar que pertenece a Enix.

La fisionomía del núcleo urbano tiene aires alpujarreños, con su silueta blanca en mitad de la sierra de Gádor, sus geranios que le dan un colorismo especial a sus balcones y terrazas, su gastronomía, su forma de vida. Claros indicios de que Enix forma parte de una comarca algo más que simbólica que se nutre de vida y cultura, y emana vida y cultura. Los enixeros no dudan en decir que su pueblo es Alpujarra.
Plaza de la Constitución de Enix, ayuntamiento e iglesia.

Alpujarra es también su vecino más cercano, el pueblo de Felix , ambos coronan dos montes en las estribaciones de la sierra de Gádor y sus características generales son muy parecidas al igual que su historia, estrechamente ligada durante siglos. Otro pueblo cercano a Enix es Vícar viejo , donde se encuentran las raíces de uno de los municipios más pujantes de la provincia.
Parque eólico de Enix desde la pedanía enixera de El Marchal de Antón López.
Cerro de la Cruz en la parte alta de Enix.
El Marchal de Antón López es la pedanía más grande del municipio, famosa por albergar durante gran parte del siglo XX las minas de plomo. Se sitúa a los pies de los molinos de viento del parque eólico de Enix. Estos gigantes de hierro no son aquellos con los que luchó Don Quijote pero su función no es sólo estética sino que nos ayuda a contaminar menos la naturaleza mediante energías renovables y sostenibles.

En la arquitectura del casco histórico de Enix sobresale con éxito la plaza de la Constitución, flanqueada por los dos edificios emblemáticos; el ayuntamiento, epícentro político de Enix y la iglesia, epicentro religioso desde hace siglos. La iglesia, con rasgos mudéjares, está dedicada a la Virgen del Rosario.
Calle del escritor Agustín Gómez Arcos, paralela a la calle Málaga.
La cuesta de la calle Málaga, junto a la botica, nos lleva hasta la casa de la Cultura, espacio dedicado a Agustín Gómez Arcos, natural de Enix, alumno de Celia Viñas y uno de los artistas españoles del siglo XX más influyentes en Francia, relevando en ese privilegiado puesto a personajes célebres como Antonio Machado o Pablo Picasso.
Calle Málaga. Enix es un pueblo de grandes cuestas.

Son muchos los lugares para perderse en Enix, un pueblo que ejerce de mirador natural de la Sierra de Gádor. El mar se ve tan nítido para nuestra mente que sólo hace falta un trampolín para llegar a él de un solo salto.

Desde el cerro de la cruz obtenemos nuestra deseada foto panorámica del pueblo, el valle que coronan las blancas casas de Enix desciende suavemente hasta el mar.

Pueblo y valle de Enix desde el cerro de la Cruz.

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Hotel de El Palmer de Enix.
Enix se abre al mar Mediterráneo en la playa de El Palmer. Son unos pocos cientos de metros de línea costera pero practicamente vírgenes y de gran valor ecológico. La sierra de Gádor se deja caer al mar abruptamente en forma de acantilados y de grandes rocas, lo que da una apariencia única a la playa de El Palmer. Todo esto, además de las palmeras y al resto de vegetación le da un aspecto de costa tropical.

Muy cerca del mar se encuentra la urbanización La Parra y un hotel de cuatro estrellas, lo que convierten a esta pequeña franja de litoral almeriense en un gran destino turístico, sobretodo en periodo estival, cuando se registra una importante afluencia de visitantes, llegando al lleno absoluto en buena parte de los establecimientos que se dedican al sector terciario.

Playa de El Palmer de Enix. Foto tomada en el mes de febrero, aquí el buen tiempo dura doce meses al año.

19 de febrero de 2015

Benizalón, a mitad de camino entre el norte y el sur

El cerro de Monteagud bajo el templete.
Benizalón presume de ser el embrujo de los Filabres y la verdad es que de magia está cargado su paisaje. Será la mística de su santuario de la Virgen de la Cabeza, serán sus páramos de asceta que otrora acogieron batallas entre señores feudales por el control y posesión de estas tierras.

Lo que no cabe duda es que Benizalón es un remanso de tranquilidad, a medio camino entre el norte y el sur de la provincia.



Plaza de la Constitución (1881).
Benizalón está unido culturalmente desde tiempos inmemoriales con pueblos aledaños como Benitagla, Alcudia de Monteagud o Tahal y todos ellos juntos crecieron y prosperaron en las faldas orientales de la Sierra de los Filabres. Estos municipios, junto a otros seis más forman la mancomunidad de municipios para el Desarrollo de los Pueblos del Interior.

Alguien puede pensar que estos pueblos están dejados de la mano de Dios, nosotros pensamos que fue Dios el que eligió este privilegiado lugar para levantar sus muros y formar juntos el corazón de la provincia de Almería.

Los inviernos aquí son crudos, pero más duros son los vecinos, adaptados al clima y soportando el frío agazapados a la orilla de la chimenea. En primavera, la flor del almendro es un invitado de lujo en una fiesta de colores y aromas en el valle de Benizalón.

Los almendros empiezan a florecer en el valle de Benizalón. Preside la estampa el cerro de Monteagud.
Iglesia de Benizalón (Siglo XVI).
Benizalón es conocido en toda la provincia por la peregrinación al santuario de la Virgen de la Cabeza. Situado en el cerro que porta el mismo nombre, sobre una rábita musulmana conocida antaño como Montahur. Según cuentan, la imagen de la virgen aquí venerada apareció bajo una encina de este cerro.

Pero Benizalón ofrece mucho más, en su casco histórico podrás encontrar edificios emblemáticos como la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, construida en el siglo XVI. Cerca de la iglesia está la plaza de la Constitución con una antigüedad datada en 1881, esta pequeña explanada ha ido cambiando de nombre pero no su esencia, siendo además punto de esparcimiento entre vecinos y visitantes.

Panorámica de Benizalón desde el cerro de Magregorio.

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Merendero Magregorio de Benizalón.
Cualquier día es bueno para acercarse a Benizalón y comer en el merendero ubicado en el cerro de Magregorio, a orillas de la carretera que une este municipio con el de Tabernas y muy cercano al cerro de Monteagud.

Por aquí, además de la posibilidad de disfrutar un día entre amigos y familia pueden hacerse infinidad de cosas aparte de llenar bien el estómago.  Una de esas cosas, por ejemplo, es recorrer a pie este paraje al nivel de las nubes y divisar ambas laderas del cerro, a un lado queda la sorprendente panorámica del pueblo, al otro el Desierto de Tabernas en su plenitud y siluetas de algunos pueblos como Uleila del Campo que queda justo abajo. 

Aquí se acaba nuestro viaje por hoy, no se olviden de volver.

17 de febrero de 2015

Senés, grabado en piedra pizarra

Fuente del Divino Rostro, Senés.
Senés está un poco en medio de ninguna parte, no es un sitio de paso, es un sitio al que se va porque se quiere. El viajero sucumbe a un canto de sirena que retumba en los campos de Tabernas y nos lleva a la buhardilla de un monte donde reluce la silueta de un pueblo grabada en piedra pizarra. Senés fue fundado por los árabes, ésta etapa de su historia fue la más gloriosa de un pueblo que llegó a tener una importante alcazaba dominando las faldas australes de la sierra de los Filabres.

De la alcazaba del siglo XI quedan los vetustos cimientos en un cerro frente a la población. Sobre sus ruinas de hoy se elevaban antaño grandes muros de pizarra. Este tipo de piedra que brilla y reluce con los rayos del sol ha forjado una identidad propia en esta zona del interior de la provincia influyendo de manera evidente y notoria en el nacimiento de la arquitectura tradicional senesera.

Claro ejemplo de arquitectura tradicional senesera.

Patio de la calle Molinos, Senés.
La pizarra es utilizada mayormente para la construcción de los tejados de las viviendas y para los balates que escalonan la ladera abrupta de la rambla de Senés, habilitándose para el cultivo. Esta piedra aparece por todos lados, en algunos tramos de calles, cuestas y escaleras. En balcones y chimeneas. Y todo esto se construye apilando una piedra sobre otra, con paciencia y complejidad. El resultado, en cambio, es la sencillez de aprovechar los recursos que te rodean.

La plaza de la Constitución es de excelsa belleza, flanqueada por la iglesia mudéjar y la casa consistorial. Además hacen un coro un conjunto de casas señoriales de dos plantas con grandes ventanales y balcones. La iglesia de Santa María es la gran protagonista de la plaza. Se construyó sobre la antigua mezquita y aún guarda su esencia árabe. En la explanada, un conjunto de dibujos con distintos tipos de piedra parecen tallar una alfombra con el escudo del municipio.

Explanada de la Plaza de la Constitución.
Monumento dedicado a los emigrantes.
En la parte baja del pueblo se construyó sobre una explanada una plaza dedicada a los emigrantes. En este monumento se pretende inmortalizar a aquellos seneseros que no tenían más remedio que marcharse lejos en busca de una vida menos dura y ya nunca pudieron regresar, pero aquí dejaron su corazón y sus sentimientos que se han quedado petrificados en el mármol de esta estatua.

En febrero las flores de los almendros cubren de olores y de colores las áridas tierras de secano. En los meses fríos las blancas casas se mimetizan con la nieve que suele caer ya que se encuentra a mil metros de altitud. Pero en este pequeño pueblo hasta el frío es reconfortante.
Panorámica de Senés desde el camino que lleva a la Alcazaba árabe.

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Molino de Victoriano junto a la fuente de Senés.
Cada rincón de Senés es una genialidad y un encanto. Paseando por la calle Molinos encontramos un patio que nos llamó la atención por su originalidad y decidimos sacarle una foto. El final de esta calle nos lleva al área recreativa de La Fuente. Ahora es un punto de encuentro entre vecinos y visitantes pero hace años este lugar ejercía de lavadero público y de abrevadero para las bestias.

El lavadero, en nuestra opinión, es de los mejores de todos los que hemos visto en la provincia, y cada pueblo tiene al menos uno con lo que el mérito es aún mayor.

Junto al lavadero y las mesas del merendero está el viejo molino de Victoriano y el puente de la rambla. El puente nos conduce hacia las ruinas de la alcazaba árabe. Desde aquí se observan las mejores vistas panorámicas de Senés.

Fuente de Senés y molino de Victoriano.

12 de febrero de 2015

Viator, un pueblo castrense e industrial

Entrada de Viator, lugar de quedada para ciclistas.
En los arrabales de la medina de Almería surgió una alquería de nombre Viator, situada en el margen izquierdo del río Andarax y abrigada de los vientos por Sierra Alhamilla, en esos tiempos pretéritos la población no era más que un puñado de familias que vivían en cortijos cercanos a la vega del río. Desde entonces Viator fue progresando y evolucionando en demografía, de hecho actualmente, es de los pocos municipios que aumenta de población cada año, esto nos dice que las familias que llegan a Viator se quedan en Viator.

La alquería de Viator ya convertida en un barrio cristiano siguió creciendo y sus hechuras se convirtieron en las de un municipio, de este modo, en 1835 Viator se independizó de la ciudad de Almería, consiguiendo su autonomía completa cuarenta años después, un poco más tarde que su pueblo vecino Huércal de Almería .

Escaleras que nos llevan al cerro de la cruz

Ya en época contemporánea el siglo XX trae consigo el campamento militar, la tragedia de la guerra y la hambruna de la posguerra. Hubo vecinos de Viator que no habrían querido marcharse de aquí nunca pero se vieron obligados a partir en busca de una vida y encontraron su nuevo hogar en Cataluña o en países del centro de Europa. Algunos de los que se fueron a mediados del siglo XX han vuelto con sus familias a su querido pueblo de origen, otros ya nunca podrán volver.

La base militar de Viator empieza a construirse durante la guerra del Rif, para dar cabida a los militares encargados de la defensa de Melilla y de otras plazas fuertes del norte de África que por aquellos entonces pertenecían al Protectorado español de Marruecos. Con este aluvión de militares se llenan los bares y los comercios del pueblo, se alquilan y se compran casas, el dinero se mueve, la economía crece, Viator se hace grande.

Zona limítrofe con el campamento Álvarez de Sotomayor de la Brigada de La Legión de Viator.
Son muchos los almerienses que hicieron "la mili" obligatoria en el cuartel de Viator, en la actualidad la Brigada de La Legión Rey Alfonso XIII es la que recluta a muchos jóvenes, hombres y mujeres de toda Almería. La Legión es un cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas que tiene su sede en el campamento Álvarez de Sotomayor de Viator junto al de Ronda, en Málaga. De aquí salen las primeras fuerzas de ataque y de defensa en caso de conflicto bélico.

Otro factor determinante de la economía municipal, junto al campamento y a la agricultura es la industria. El polígono industrial de La Juaida es de lo más grandes de la provincia de Almería. En su interior da cabida a tres gasolineras de tres compañías petrolíferas distintas lo que da buena cuenta de la magnitud de esta superficie empresarial. Por las avenidas del polígono uno puede encontrarse con almacenes, negocios y tiendas de todo tipo.

Polígono industrial de La Juaida en Viator.

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Ayuntamiento de Viator.
Una vez que hemos visitado los lugares de trabajo de miles de personas, situados en las estribaciones del municipio, es momento de acercarse al corazón del pueblo y conocer sus calles a través de un paseo por su casco histórico repleto de edificios emblemáticos y lugares para perderse y no encontrarse en un buen rato.

Si decidimos entrar por el viejo puente del río Andarax lo primero que encontraremos a un lado y a otro de la calle principal es la plaza y la ermita de la Virgen del Carmen, venereda por los viatoreños desde hace siglos. Continuamos por la calle Real hasta llegar al epicentro político y social del pueblo en la plaza de la Constitución, allí nos recibe un edificio consistorial de gran belleza. Bajo un arco o portillo subimos unas escaleras y callejeamos hasta llegar a la plaza de la Iglesia, otro lugar de esparcimiento y ocio. El templo religioso que da nombre a esta plaza fue construido a mediados del siglo XVIII y está dedicado a la Virgen de las Angustias.

Ermita de la Cruz de Mayo, Viator.
Monolito dedicado a Juan Malpica Aguilera.
Otro lugar de motivo religioso es la ermita de la Cruz de Mayo situada en el cerro del mismo nombre. Para llegar hay que ascender mediante docenas de escalones. Desde aquí se contempla todo el valle del río, además de una panorámica completa de Huércal de Almería, y los tejados de Viator a vista de pájaro sin mover los pies del suelo. Los orígenes de esta ermita están en el siglo XVIII durante las procesiones de Semana Santa, cuando en este lugar evocaban con una cruz al monte del Calvario. Para dar cobijo a esta cruz se construyó el edificio y su posterior explanada, dominando las alturas de Viator.

Seguimos por la parte alta del pueblo y nos topamos de lleno con la zona nueva de dúplex y tríplex, aquí todo crece mas holgadamente y con más anchura. De esta parte residencial destacamos el monumento a las víctimas del 11 de Marzo y el monolito que recuerda a Juan Malpica, un guardia civil destinado en Vizcaya que sufrió un atentado de ETA en 1978.

Nuestro viaje termina pero siempre quedan ganas de volver a Viator, un pueblo familiar y cercano como todos los del Bajo Andarax, municipios que aunque nunca se callen, guardan más de un secreto.

Panorámica de Viator desde el cerro de la Cruz de Mayo.

10 de febrero de 2015

Benitagla, la pequeña perla del interior de la provincia

Monumento de bienvenida a Benitagla.
Benitagla es una pequeña perla blanca situada en el interior de la ostra de la provincia de Almería. Es el municipio con menos habitantes pero no por ello alguien puede pensar que este pueblo está abandonado o deshabitado. Hay que decir que este pequeño pueblo está desbordante de vida, una vida que florece igual que los almendros en los primeros meses del año. Los fines de semana, los bares y merenderos de la zona se llenan de gente de todas partes que vienen a respirar los mejores aires de Europa y a disfrutar de este pueblo de montaña.

Sus casi mil metros de altitud hacen de ella un manto de nieve en los meses invernales y un manto de flores en los meses cálidos. Durante la época de frío las chimeneas de las casas están a tope con la leña que proporcionan los encinares aledaños. La flor del almendro anuncia la llegada de la primavera a Benitagla antes que en cualquier otro lado y su valle y sus barrancos se pigmentan de colores blancos y rosados.
 Cerro Monteagud sobre la panorámica de Benitagla.

Benitagla está a un paso del Santuario de Monteagud, de hecho la silueta de la ermita en lo alto del cerro puede verse desde cualquier punto del municipio. A finales de abril se celebra la romería en honor a la Virgen de la Cabeza lo que conlleva a una afluencia considerable de visitantes al pueblo.

Aunque la Virgen de la Cabeza tiene muchos seguidores en la comarca, la devoción religiosa en Benitagla es por La Piedad, patrona del pueblo. El templo donde se guarda esta imagen es la iglesia de San Juan, a orillas de la carretera que atraviesa el pueblo, enfrente de la casa consistorial.
Torre de la iglesia de Benitagla.

La iglesia de San Juan es sencilla y para gente sencilla, sus paredes se blanquean cada año con cal y su pequeña torre ofrece un repicar de campanas a finales del verano, momento en el cual los vecinos se aglutinan frente a la iglesia y se despiden a los emigrantes que vuelven al pueblo en periodo estival y se marchan una vez más.

La historia de Benitagla está estrechamente ligada a la de sus pueblos vecinos y hermanados a ella como son Benizalón, Alcudia de Monteagud o Tahal. Sólo sus nombres ya dan a entender su pasado musulmán y la importancia del paso de esta civilización por los pueblos de la Sierra de los Filabres. Además de su cultura, los árabes trajeron novedosas técnicas de regadío, modelos únicos de educación, ciencia, o medicina.
Benitagla entre flores de almendro.


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Pozo La Barranquera, Benitagla.
El casco urbano de Benitagla puede verse en diez minutos, o si lo prefieres en dos horas, si deseas pararte a observar, aprender y entender cada una de las cosas que aquí te ofrecen.

Las calles son estrechas y pavimentadas dejando poco espacio pero suficiente para atravesar con vehículo. Las paredes están radiantes de cal en su mayoría, aunque algunos personalizan sus fachadas con piedra o directamente con flores. Las tejas culminan los terrados de manera sublime con una técnica muy común en esta zona de los Filabres.

En una pequeña plaza nos encontramos con el pozo la barranquera, buena oportunidad para sentarse a descansar junto a esta obra de mediados del siglo XX. Otro lugar ideal para un privilegiado descanso es bajo la sombra de la acacia centenaria que se encuentra junto a la Iglesia de San Juan. Al otro lado de la iglesia se encuentran las eras de mies que ejercen ahora como miradores, desde aquí las vistas son sorprendentes.

Eras de mies, junto a la Iglesia de San Juan de Benitagla.

5 de febrero de 2015

Benahadux, el edén del Andarax

Cortijos de El Mayorazgo, La Ventilla o El Chuche.
La orilla del río Andarax a la altura de Benahadux es un paraíso de azahar y nerolí. Estas tierras siempre fértiles han sido explotadas desde tiempos pretéritos y han dado cobijo a decenas de civilizaciones y culturas. La distancia que hay desde la vega de Benahadux hasta la desembocadura es de escasos diez kilómetros y los sedimentos ricos en minerales transportados por el río se han ido depositando en este vergel.

Acueducto de Araoz.
Al margen del núcleo urbano de Benahadux se esparcen por el municipio multitud de barriadas muy conocidas como Araoz, San Miguel o El Chuche. Son muchos más pero cada uno de estos tres barrios poseen algo peculiar y particular, algo parecido a una seña de identidad. En el Marchal de Araoz se encuentra el manantial donde emana el agua que ha abastecido al pueblo durante siglos. En Araoz se conservan los vetustos restos de un acueducto.

En el barrio de San Miguel se encuentra el Toro de Osborne encima del puente del río Andarax que une Benahadux con Rioja. Bajo la silueta del toro sobrevive el viejo molino de San Miguel que trabajaba con las aguas que traía el canal de San Indalecio, junto a él, un bosque de palmeras datileras inundan la vista.

Campos de cítricos desde El Paredón.
El Chuche es el lugar más antiguo del municipio y en él se han encontrado restos de civilizaciones primitivas como los íberos, que construyeron aquí la ciudad de Urke. Más tarde los romanos se asentaron sobre esta ciudad y la denominaron Urci. De ésta época romana es la que más huellas han quedado en la zona, más concretamente en el yacimiento arqueológico del cerro del Paredón, capital de Urci. Es posible que esta ciudad milenaria coexistiera con la de Bayyana justo enfrente del río, en el municipio de Pechina.
Lavadero y fuente de Benahadux.

Después de repasar por encima la gran historia de Benahadux nos adentramos de lleno en su centro urbano. Encontramos maravillas a un lado y al otro de la gran avenida que lo divide en dos partes. A un lado queda la Fuente y el Lavadero, una obra de ingeniería hidráulica de gran belleza. El pilarico, como así es conocido, ha sido punto de encuentro de mujeres trabajadoras de las familias que no tenían medios. A pesar del duro trabajo que conllevaba acarrear hasta aquí la ropa, lavarla y luego volver a llevarla, para ellas era un lugar de reunión y esparcimiento social donde dialogaban unas con otras. 

Más adelante se encuentra la ermita de la Santa Cruz que corona de manera pintoresca un cerro cercano a la población. Tras subir los escalones la vista del pueblo es sorprendente. Muy cerca está la iglesia de San José y el ayuntamiento, ya en el otro lado de la avenida. Este lugar es el centro neurálgico del municipio y en la explanada de la plaza ríen, juegan y corren los niños en los albores de sus vidas.

Parroquia de San José, Benahadux.

Plaza de la Mujer en la parte nueva de Benahadux.
Benahadux ha crecido delimitada entre la carretera nacional y el río Andarax. Pero hace pocos años que se abrió paso entre la carretera y la sierra de Gádor. En esta parte residencial del municipio se encuentra el campo de fútbol, con cesped artificial y gradas para acoger un gran aforo de personas. El espacio social de esta zona es la plaza de la Mujer, de gran anchura y presidida por un totem en el cual se homenajea la figura de la mujer.

A un kilómetro de la parte nueva de Benahadux y ya metidos de lleno de la Sierra de Gádor encontramos los restos del yacimiento minero de La Partala que explotaba azufre en su mayoría. Este complejo minero ha quedado abandonado como tantos otros esparcidos por muchos municipios de la provincia.

Panorámica de Benahadux desde la ermita de la Santa Cruz.

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Casa de las Dos Torres, Benahadux.
La casa de las Dos Torres es un edificio emblemático de toda la provincia. Practicamente cualquier persona de Almería lo conoce o ha oído hablar de él. Queda emplazado junto a la vía del tren y la carretera que une el centro de Benahadux con el barrio de El Chuche.

Los propietarios de esta finca eran también los dueños de la Casa de las Mariposas , otra edificación singular de la capital almeriense.

La finca esta flanqueada por muros, pero desde afuera se observa una gran avenida de palmeras en su interior. El edificio consta de dos plantas, la parte baja dedicada al almacén y la parte alta para vivienda. En las dos esquinas interiores se yerguen dos torres esféricas e iguales que le dan nombre a este edificio.

Al otro lado de la vía del tren se encuentra el panteón familiar excavado en una roca. Sobre la puerta del panteón se ven las letras BCR, las siglas de Bernardo Campos Rambaud, el primer propietario de la finca. Más tarde la finca llegó a manos de los hermanos Godoy, descendientes de los primeros dueños. Aquí yacen enterrados casi la familia al completo.

Panteón - Capilla familiar de la finca de las Dos Torres de Benahadux.