Torre del Reloj sobre los arcos de la plaza. |
Fiñana es una gota de agua que bajó de un barranco de sierra Nevada y se solidificó para vivir eternamente en pleno valle del río Nacimiento, el cual nace muy cerca de aquí. De uno de los muchos barrancos con los que cuenta el municipio, el del Castañar, en concreto, baja agua limpia y fresca para ser embalsada en la presa de Fiñana. En la actualidad el embalse no presenta su mejor aspecto pero puede llegar a almacenar el agua suficiente para regar los cultivos de Abla, Abrucena y la propia vega de Fiñana.
Siempre que he ido a Fiñana me he pasado por la plaza de la Constitución, aquí me fascinan los largos debates en la terraza del centro de la tercera edad, éstas tertulias llegan a aglutinar a decenas de personas que saben todo lo que cuentan pero nunca cuentan todo lo que saben. Otros recuerdos especiales de esta plaza son el repicar de campanas que suena desde la torre del reloj o los miles de cohetes en honor al patrón "San Sebas" cada veinte de enero. Esta plaza, tan antigua como el propio pueblo, es la descripción de sus gentes y el resumen de su historia. Por ella pasaron los Reyes Católicos ya que aquí se encontraba la mezquita mayor, la cual fue reconvertida al cristianismo por orden expresa de Isabel y Fernando. A mediados del siglo siguiente se aprovechó el solar que dejó la mezquita para erigir la iglesia de la Anunciación.
Los caños- |
Interior de la Alcazaba de Fiñana. |
A mediados del siglo XVI se ordenó construir la iglesia de la Anunciación, verdadera protagonista de la plaza con su estilo mudéjar. Fue quemada por los moriscos en 1569, con muy pocos años de existencia. Cuentan que estuvo ardiendo durante diez días hasta que no quedó rastro alguno de madera en el edificio. Sofocada la rebelión de los moriscos fue rápidamente rehabilitada. Fue declarada monumento nacional en 2002.
La Plaza era uno de los sitios más transitados del pueblo, antiguamente el otro lugar de mayor tránsito era la Fuente, conocida por todos como "los caños de Jesús", donde se reunían las personas a llenar las cántaras de agua y dar de beber a las bestias. En las calles aledañas a los caños se realizaban las ferias de ganado que aglutinaban a muchos comerciantes venidos desde lugares muy dispares. Otra joya del casco histórico fiñanero es la Mezquita almohade que data del siglo XII, siendo ésta la única en España y una de las construcciones de estas características más antiguas de la provincia de Almería. Aún conserva su quibla y el mihrab.
Qué decir de otro monumento representativo de época musulmana; la Alcazaba. Desde uno de sus torreones que ha sobrevivido en el tiempo se divisa un gran campo de visión, su mirador se alza sobre las casas del pueblo, obteniendo una vista privilegiada de la iglesia, la vega y los pueblos vecinos. Esta construcción defensiva es anterior al siglo IX y para acceder a ella en la actualidad tuvieron que ser derribadas algunas casas anexas al monumento.
Mezquita de Fiñana del siglo XII. En la actualidad; ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno. |
Museo Etnográfico de Fiñana. |
En el número catorce de la calle Sol se encuentra el museo etnográfico de Fiñana, que tiene su sede en una casa típica de la zona, cedida por la familia Morales Company. La mayoría de los utensilios, herramientas, aperos y muchos más objetos de gran valor histórico han sido donados por los propios vecinos. El mayor atractivo del museo es un banco de madera de siglo XV perteneciente a los Reyes Católicos, cedido por el Ayuntamiento. Con sus amplias salas y un hermoso patio interior, el museo presenta un aspecto formidable. Merece la pena visitar la cocina y el resto de habitaciones donde el tiempo se detuvo para mostrarnos y explicarnos cómo era la vida antes de la llegada de las tecnologías. Para promocionar este museo y el resto de lugares de interés del municipio se creó el Centro Fiñaní de Estudios Históricos, el cual tomó como sede esta casa museo. Estos pequeños pasos pueden agrandar la cultura en Fiñana y convertirlo, por qué no, en unos de los referentes turísticos del interior de la provincia, motivos tiene de sobra para serlo.
Panorámica de Fiñana desde el mirador de la Alcazaba. |
La Maravilla
La Mojaquera, en Fiñana. |
Fiñana es ese pueblo que todos hemos cruzado alguna vez viajando en coche. Esta última porción de tierra almeriense es atravesada por la autovía y nos introduce en la provincia de Granada. La carretera vieja ha unido la provincia de Almería con la de Granada y nos ha comunicado con el resto de España desde tiempos remotos. ¿Quién no jugó a poner la mano para llegar el primero a la provincia de Granada? Y a la vuelta igual. ¿quién no saludó a la mujer morena de sonrisa petrificada, siempre a orillas de la carretera vieja? Esta mujer es la Mojaquera, encargada de dar la bienvenida a millones de visitantes que por aquí han pasado. El hito no sólo está grabado en piedra, sino también en la mente de muchos almerienses que deseaban poder ver la silueta de esa gran piedra para así sentirse en casa.
Barranco del castañar. |
El monumento de la Mojaquera ha sido recientemente restaurado y está engullido entre la autovía y la carretera vieja, presenta un aspecto formidable y seguirá sonriendo al viajero por muchos años. Se puede visitar de camino a la Presa del Castañar, otro lugar mágico de tantos como alberga Fiñana. ¿sería cerca de aquí dónde nació la leyenda de Catalina? Donde el pretendiente fiñanero de una bella muchacha se escondió tras unos árboles de noche para asustar a ella y a su pareja. El intrépido pretendiente les soltó; "En esta noche de luna llena, donde los muertos caminan, ¿dónde vas Catalina? Del susto, el enamorado salió huyendo quedando libre Catalina para éste pretendiente tan avispado.
Al margen de las leyendas, la presa del Castañar es relativamente moderna, con casi veinte años de vida, recoge el agua del barranco del Castañar, uno de los afluentes del río Nacimiento. En su agua embalsada se retrata un paisaje que es difícil de encontrar en nuestra provincia, con las laderas de sierra Nevada repletas de verdes árboles. Muy cerca de aquí está la barriada de La Heredad, donde hay posibilidad de encontrar un refugio para pasar un buen fin de semana, al igual que a orillas del embalse se encuentra una casa rural con las mismas posibilidades.
Embalse del Castañar. En la frontera natural de las provincias de Almería y Granada. |
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