26 de mayo de 2015

Uleila del Campo, el mirador de la llanura

Plaza de la Constitución.
Uleila del Campo es uno de esos lugares mágicos apartados de cualquier otro pueblo, con un señorío y una elegancia que brilla por sí sola, tanto como la pizarra en un día soleado. Sus vecinos más cercanos se encuentran a muchos kilómetros de aquí, algunos de ellos son Lubrín o Tabernas.

Está integrado en la Mancomunidad de Pueblos del Interior, pero forma parte de lo que se conoce como la comarca Filabres - Alhamilla. Se encuentra a poco más de cincuenta kilómetros de Almería capital, gran parte de ellos por autovía. Tras pasar Tabernas aparece un desvío hacia la izquierda con una larga recta rodeada de ciclópeos eucaliptos. De aquí en adelante empieza la carretera conocida como "Cuesta Blanca", con un tramo zigzagueante. Para llegar a Uleila del Campo no se deja de ascender de manera cómoda y paulatina, excepto algunos tramos de poca exigencia. Hasta encontrar la silueta hermosa del pueblo, asentada a unos 650 metros de altitud sobre el nivel del mar. Esa misma panorámica es la de un pueblo siciliano, tal y como pudimos ver en la película Patton, de Franklin J. Shaffner. Rodada en Uleila del Campo y en varias zonas de la provincia, ganadora de siete Oscars.

Iglesia de Santa María.
Esta carretera nos deja en la misma plaza de la Constitución, donde se hallan los lugares de mayor calado e importancia del municipio. Uno es su monumento más emblemático, la iglesia de Santa María. Al otro lado de la plaza está el Ayuntamiento, sede soberana de los uleilenses.

En la misma plaza de la Constitución, entre ambos edificios históricos, se alberga el Centro de Interpretación del Trabajo Tradicional. Aquí exponen una amplia gama de fotografías y maquetas que explican como era de dura la vida en el campo, en un pueblo históricamente agrario, como la inmensa mayoría de municipios de la provincia.
La placeta de Uleila del Campo, muy transcurrida durante el día.
Recientemente fue rehabilitada y mejorada la placeta de Uleila del Campo, uno de los lugares más transitados por los vecinos que se sientan a la sombra de grandes árboles en el mismo centro urbano. Para los visitantes también es un lugar acogedor ya que aquí se encuentran las tiendas y los bares que dan servicio todo el año.

Junto a la carretera, se sitúa la Era de Pepe Higinio, donde cada año en época estival, se celebra la tradicional Fiesta de la Trilla . Esta es una de esas ocasiones que no se pueden dejar escapar si quieres visitar este municipio, con unos días cargados de diversión y de buen ambiente para celebrar unas jornadas cargadas de valor etnográfico y rodeados de aperos de labranza y aventado, tal y como se hacía antes de la mecanización del campo.
Una de las panorámicas que nos ofrece el pueblo, en su parte baja desde la vega.
La Maravilla

Mirador de la Umbría, Uleila del Campo.
El mismo nombre de Uleila del Campo significa en árabe; mirador. No se trata de un hecho aislado ya que desde su parte más alta se divisan grandes llanuras casi inabarcables para la vista que sólo son cortadas por montañas a lo lejos. Sobre la tierra, un manto de almendros y olivos tapiza su aridez.

Las montañas del sur de la Sierra de los Filabres se yerguen con fuerza al norte del municipio, como una estructura colosal coronada por el Santuario de Monteagud, donde cada año miles de peregrinos acuden a la romería en honor a la Virgen de la Cabeza.

Las llanuras, el cerro de Monteagud, todo es visible desde el mirador de la Umbría, en un lugar con forma de era empedrada de pizarra y con bancos para sentarse a divisar el entorno o a dejar la mente en blanco.
Impresionantes vistas de la llanura de Uleila del Campo desde el mirador de la Umbría.
Iglesia de Uleila desde el mirador de la Umbría.
No todo es campo en Uleila, también su arquitectura tradicional es admirable y desde aquí, también se aprecia de una manera especial, con la iglesia, como no, siempre presente, esta vez sobre los tejados de las casas.

Cada losa, cada farola y cada hoja de los árboles está predispuesta a estar en ese sitio de manera concienciada para poseer un aspecto inigualable y transmitir buenas energías que te invitan a regresar, al menos una vez por cada estación del año.

Tras descender por unos cuantos escalones de piedra pizarra, llegamos a la parte baja del pueblo que mira hacia la vega. Aquí se encuentra el campo de fútbol, las pistas polideportivas o la piscina. En definitiva, lugares de diversión y ocio para los grandes y pequeños del pueblo. Un pueblo donde es imposible aburrirse o quedarse con el estómago vacío dada la cantidad de establecimientos públicos y la variedad gastronómica.
Parte baja del municipio, donde se emplazan los lugares de deporte y ocio para sus habitantes y visitantes.

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