El cerro de Monteagud bajo el templete. |
Lo que no cabe duda es que Benizalón es un remanso de tranquilidad, a medio camino entre el norte y el sur de la provincia.
Plaza de la Constitución (1881). |
Alguien puede pensar que estos pueblos están dejados de la mano de Dios, nosotros pensamos que fue Dios el que eligió este privilegiado lugar para levantar sus muros y formar juntos el corazón de la provincia de Almería.
Los inviernos aquí son crudos, pero más duros son los vecinos, adaptados al clima y soportando el frío agazapados a la orilla de la chimenea. En primavera, la flor del almendro es un invitado de lujo en una fiesta de colores y aromas en el valle de Benizalón.
Los almendros empiezan a florecer en el valle de Benizalón. Preside la estampa el cerro de Monteagud. |
Iglesia de Benizalón (Siglo XVI). |
Pero Benizalón ofrece mucho más, en su casco histórico podrás encontrar edificios emblemáticos como la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, construida en el siglo XVI. Cerca de la iglesia está la plaza de la Constitución con una antigüedad datada en 1881, esta pequeña explanada ha ido cambiando de nombre pero no su esencia, siendo además punto de esparcimiento entre vecinos y visitantes.
Panorámica de Benizalón desde el cerro de Magregorio. |
La Maravilla
Merendero Magregorio de Benizalón. |
Por aquí, además de la posibilidad de disfrutar un día entre amigos y familia pueden hacerse infinidad de cosas aparte de llenar bien el estómago. Una de esas cosas, por ejemplo, es recorrer a pie este paraje al nivel de las nubes y divisar ambas laderas del cerro, a un lado queda la sorprendente panorámica del pueblo, al otro el Desierto de Tabernas en su plenitud y siluetas de algunos pueblos como Uleila del Campo que queda justo abajo.
Aquí se acaba nuestro viaje por hoy, no se olviden de volver. |
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