27 de octubre de 2014

¿El toro de Rioja o el toro de Benahadux?

El toro de Osborne es una estructura publicitaria de la empresa vitivinícola española Osborne. En Andalucía hay un total de veinte, y en la provincia de Almería se ubica uno de ellos.

El toro desde la vega.
En Almería lo conocemos como el "toro de Rioja" por su localización próxima a este municipio. Pero jurisdiccionalmente, pertenece al municipio de Benahadux, ya que se encuentra en su margen del Río Andarax. Cabe recordar que es el río el que hace de lindero natural de los pueblos del Bajo Andarax.


Panorámica de Rioja.
Por lo tanto, llamaremos a las cosas por su nombre y aprovecharemos para hablar un poco sobre el toro de Benahadux.

El toro de Benahadux.
Este símbolo de la cultura española de casi 15 metros de altura se instaló en 1974 sobre un montículo visible desde la carretera nacional 340 en el kilómetro 454. Está integrado y en buena sintonía con la vega del Andarax, a escasos metros de distancia del puente que une Rioja y Benahadux.

Puente de Rioja y Benahadux.
Su situación estratégica permitía que fuese visto de manera habitual por los conductores almerienses y visitantes hace unas décadas, cuando la carretera nacional 340 era la única vía de entrada y salida de Almería al resto de España.


La Maravilla:

Aunque en sus orígenes sólo se trataba de un cartel publicitario, con el paso del tiempo el toro de Osborne ha adquirido tal protagonismo que ha arraigado de lleno en la cultura española. Y ha pasado de ser un simple logotipo comercial a todo un símbolo nacional. En el caso concreto de Andalucía, en el año 2009 fueron inscritos en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. Siendo declarado el toro de Benahadux y el resto de carteles como Bien de Interés Cultural.

El toro de Osborne.

22 de octubre de 2014

Ciudad medieval de Bayyana

Pechina y su alrededor ha estado habitado desde la antigüedad gracias a la fertilidad de sus tierras. Esta fertilidad se debe a la abundancia de agua tanto en los cultivos cercanos al manantial de los Baños como en la vega del Andarax. Es en el siglo IX cuando Pechina adquiere gran importancia. Pasa de ser una pequeña alquería de agricultores a epicentro comercial de Al Andalus. Nace Bayyana.
Yacimiento arqueológico de Bayyana.
En el siglo XI el emporio comercial y cultural se traslada a Almeria, fundada en el siglo anterior por Abderraman III. La llama del esplendor económico se apagó y Bayyana fue abandonada. De esos dos siglos de fulgor, a nuestros días han sobrevivido algunos restos excavados en el Llano de Benítez de Pechina, lo que se conoce como Yacimiento Arqueológico de Bayyana. Se encuentra en el km 0 de la carretera que sube a los baños de Sierra Alhamilla en un recinto vallado al margen derecho de la carretera.
Restos de la ciudad de Bayyana.
En el Yacimiento quedan los restos estructurales de uno de los barrios residenciales de Bayyana. También algunas alfarerías y hornos de vidrio. Su entramado urbano estuvo perfectamente organizado con avenidas rectas y anchas.
Ciudad medieval de Bayyana, cerca de Pechina.
La Maravilla:

La maravilla del yacimiento es el espacio destinado al enterramiento. Se aprecian las tumbas orientadas hacia la Meca, siguiendo los preceptos funerarios islámicos. Las tumbas se delimitaban por muros y albergaban varios individuos, en lo que podían ser panteones familiares.

Espacio destinado al enterramiento.

21 de octubre de 2014

Turrillas, el balcón de Sierra Alhamilla

Iglesia de Santa María
A espaldas de Sierra Alhamilla mirando hacia el norte se encuentra el pequeño municipio de Turrillas. Se sitúa a tan sólo 47 km de la capital almeriense. 39 de ellos por carretera nacional-340 dirección Sorbas y, tras desviarse a la derecha al pasar el restaurante Calatrava 9 km de carretera comarcal ALP-112 en muy buen estado.

Nada más entrar al pueblo nos encontramos la ermita de San Antonio, en un lugar privilegiado, asomándose desde las alturas a la llanura desértica.

Adentrándonos por el casco histórico podemos visitar la Plaza de España y la Iglesia de Santa María que data del siglo XVI.
Ermita de San Antonio, Turrillas.
A principios del siglo XX, con la minería de hierro en auge, el municipio llegó a tener 1500 habitantes. A día de hoy, en 2014, son unos trescientos vecinos alegres y solidarios los que viven con orgullo en Turrillas.
Plaza y casa de estilo árabe.
La Maravilla:

Dado que se encuentra a una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar. Es casi obligatorio asomarse al mirador de Manuel Fraga. Allí se divisan los campos de Tabernas a vista de águila sin mover los pies del suelo. 
Campos de Tabernas y al fondo la Sierra de los Filabres, coronada con las cúpulas del Calar Alto.
Los turrilleros están bien acostumbrados a las condiciones climáticas que son de las más extremas de Europa. A sus pies, el paisaje desértico lo acapara todo. La arena seca se mezcla con pinceladas verdes de los olivos.

15 de octubre de 2014

Ermita de la Virgen del Río

No es un templo cualquiera, de los muchos que podemos visitar en la provincia de Almería. El entorno que rodea a la Ermita de la Virgen del Río hace que este pequeña parroquia del Pago de Galáchar adquiera una belleza extraordinaria. Este lugar es sin duda la puerta invisible que nos transporta e introduce a la Alpujarra.
Espesura silvestre en el Río Andarax.
Se encuentra en la margen derecha del Río Andarax siguiendo su curso hacia la desembocadura. Situada en una pequeña loma de la vega de Alhama de Almería, en la pedanía de Galáchar. Alejada de la población urbana, queda rodeada de naranjos y algunos cortijos que se esparcen entre la espesura verde.
Fuente en la explanada de la Ermita de la Virgen del Río.
Desde el mirador de la ermita te chocas de bruces con la llamativa imagen de un acantilado colmado de cavidades erosionadas, dónde habitan aves rapaces. Las pequeñas cuevas son como cientos de pequeños aquelarres desde donde poder vigilar el curso del río.

Vega de Galáchar.
La Maravilla

Hablando ya de la ermita, la cual nos trae a este maravilloso sitio, tenemos que decir que fue restaurada hace bien poco. La restauración fue llevada a cabo por los propios vecinos de Alhama junto a la Hermandad de la Virgen del Río. También se adaptaron los caminos y los aparcamientos.

Ermita de la Virgen del Río.

La ermita de planta rectangular tiene incorporada una torre campanario. A su vez, destaca la escalinata de su fachada y su puerta de arco segmentado.

Campanario de la ermita.
Esta pequeña parroquia alejada del centro de su municipio, tuvo una gran influencia entre los habitantes y trabajadores de esta zona baja del pueblo. Pero eso fue en otra época. Ahora, excepto algunas festividades, la ermita sólo se colma de fieles y turistas los días 14 y 15 de agosto, con su multitudinaria romería.

Fachada y escalinata de la ermita de la Virgen del Río.

14 de octubre de 2014

Las Alcubillas Altas y las Alcubillas Bajas

Las Alcubillas se divide en dos pequeñas aldeas a orillas de la Rambla de las Alcubillas. Las Alcubillas Altas se encuentran en la parte de arriba de la rambla y, a un kilómetro bajando por el cauce, se encuentran las Alcubillas Bajas.

Para llegar a estas dos pedanías, tan sólo hay que tomar la autovía A-92 dirección Granada. A 50 km de la capital almeriense. Se encuentra a 675 metros de altitud en la Sierra de los Filabres, por lo que es recomendable abrigarse fuera del periodo estival.

Iglesia de las Alcubillas.
Las Alcubillas Altas, tienen la peculiaridad de pertenecer a dos municipios; Alboloduy y Gérgal. Siendo la rambla la que ejerce de lindero. En la parte alboloduyense de las Alcubillas Altas podremos visitar la fuente y el lavadero, conocida por los lugareños como "la cimbra". Y, en la parte gergaleña, nos encontraremos, nada más cruzar el puente de la rambla, la Iglesia de San Sebastián.

La cimbra y el puente de la rambla.
La maravilla:
El tiempo se para.


Una vez  hayamos visitado tranquilamente las Alcubillas Altas  nos adentraremos rambla abajo en busca de las Alcubillas Bajas. Más bien buscaremos lo que queda de ellas, ya que se trata de un pueblo abandonado. No busquéis señales de información ni una carretera pavimentada, es todo camino de tierra e intuición.
Alcubillas Bajas.

El tiempo se para.
A tan sólo un kilómetro de la cimbra ya vemos los primeros cortijos de pizarra derruidos. Y, sólo a unos cuantos metros más, vemos la desoladora imagen de un pueblo fantasmal.




Las Alcubillas Bajas pertenecen únicamente al municipio de Alboloduy. Sus habitantes son escasos o ningunos. Las pocas señales de vida que encontraremos aquí serán los balidos de las ovejas que guarda el pastor.

Cortijos abandonados.
La población hubo de rondar en torno a los 150 habitantes. La aldea quedó abandonada a mediados del siglo pasado debido a la dureza del trabajo y la escasez del mismo. Por lo cual, los residentes decidieron emigrar, como en tantos otros pueblos, a Cataluña, Aragón o Baleares...

Cortijos abandonados de las Alcubillas Bajas.

11 de octubre de 2014

Lucainena de las Torres, el pueblo más bonito de España

Lucainena de las Torres es reconocido nacionalmente como uno de los pueblos más primorosos a través de la Red de los pueblos más bonitos de España. 
Con este sello de calidad se atestigua que cumple con los criterios de calidad, belleza y accesibilidad turística. De este modo, se convierte en un referente a nivel nacional en turismo rural y conservación del Patrimonio.

El pueblo desde las alturas.
Lugareña llenando agua de la fuente de la explanada.
Se encuentra a espaldas de Sierra Alhamilla (cara norte) a 50 km de la capital almeriense por la carretera N-340.
El hecho de estar enclavado entre reservas naturales, hace de los lucainenses unos privilegiados. A tan sólo unos kilómetros de distancia del Desierto de Tabernas, la reserva de Sierra Alhamilla, o los karst de Sorbas.



En este vergel destacan sus blancas casas y sus calles repletas de geranios y jazmines. Al llegar a la plaza del pueblo nos recibe su fuente y un árbol centenario que da sombra a la explanada.


Fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Monte-Sión.
Seguimos nuestro paseo y ya vemos la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Monte-Sión. Se trata de una parroquia del S.XVIII. La decoración exterior desentona con el estilo barroco de la época y su sencillez y corpulencia nos invita a pensar que se trató en su día de una fortaleza.


La Maravilla


A medio camino entre Lucainena de las Torres y Turrillas encontramos la que es, sin duda, una de las mejores maravillas de la provincia de Almería. Un vestigio del pasado minero de nuestra provincia.

Panorámica de los ocho hornos desde el puente.
Se trata de ocho hornos de calcinación de mineral, con más de cien años de existencia.

Mirador de los hornos.
Estos hornos pertenecían a la mina de hierro que comenzó a explotarse en 1896. La mina de Lucainena tuvo un gran peso dentro de la economía almeriense. Para favorecer el rendimiento de la mina se construyó una línea de ferrocarril hasta Aguamarga, donde cargaban el mineral con destino a los puertos del norte de España.

Escombreras de mineral de las antiguas minas de Lucainena de las Torres.

Interior de los hornos
Las instalaciones de extracción de mineral fueron desmanteladas al finalizar la Guerra Civil. En la actualidad, los hornos de calcinación están reformados y su función es exclusivamente turística.


9 de octubre de 2014

Los Molinos del Río Aguas

Espesura silvestre
Al llegar a Los Molinos del Río Aguas lo que más te atrae es su frondosa vegetación, nada habitual en la aridez del desierto. Lo que te hace pensar de que por allí brota el agua. Entre tanta espesura silvestre resaltan unos longevos cortijos, cansados de ver pasar el tiempo y sobretodo, de ver pasar el agua. Varios de estos cortijos son la sede de organizaciones con proyectos ecológicos.

Desde este arrabal de Sorbas, hasta el nacimiento del río, hay un sendero lleno de aventura y diversión. El trayecto dura unos 30 minutos y, para el que no practica el senderismo, te hace sentir un auténtico explorador. La erosión del agua en las rocas kársticas ha producido una serie de aberturas naturales que tendrás que cruzar para seguir el camino y que no sabes a donde te transportarán.            
Túnel natural de rocas kársticas.
Pozas de agua
El silbido del viento en los cañaverales acompasado del sonsonete del agua. El tacto de las manos tocando las rugosas rocas de yeso. El olor a tierra húmeda y trabajada por los lugareños. Y, la compañía inseparable de mariposas y libélulas"guardabalsas" hacen del trayecto una grata peripecia.


Sabes que te acercas al nacimiento del río, cuando te topas con pequeñas pozas de agua que te van animando a seguir caminando. En este rinconcito del desierto de Almería todo está muy mimado. Las señalizaciones son de madera y fabricadas a mano. El inicio del camino, que sale desde los cortijos, está empedrado con losas de pizarra, custodiado por pitas y chumberas. Durante el camino habrá que sobrepasar acequias de regadío y para ello existen pasarelas de madera muy bien colocadas.

La Maravilla          
Cavidades en las rocas kársticas.

Cuando ya has pasado un buen rato caminando, disfrutando de la travesía, te sientes premiado por la naturaleza. La recompensa es el pequeño ecosistema que te encuentras en el nacimiento del río.
El manantial te hace pensar que los oasis existen. Allí todo es fantástico. La fauna se comporta indiferente al paso de los seres humanos. Los tejedores ensayan su canto. Los abejarucos exhiben su plumaje. Las tortugas juguetean con las pompas que brotan del interior de la tierra en la charca...




El agua brota pura y fresca, lo que hace del baño algo indispensable en época estival. De la fuente baja el agua por unas cavidades artificiales donde se encauza el agua para ser utilizada en el regadío de los frutales de la zona. El agua baja lenta pero incesante por la pendiente del río.
El manantial natural del rio Aguas.
Manantial del Río Aguas.

7 de octubre de 2014

Tocando el cielo en el Cerro de la Cruz

El cerro de la Cruz es una elevación montañosa con forma de pirámide situado a 1000 metros de altitud. En el pico de la pirámide se colocó una cruz, vigilando el valle.

Se encuentra en la sierra de Gádor, dentro del término municipal de Huécija
Desde esa altitud la panorámica es indescriptible y se puede observar gran cantidad de pueblos alpujarreños. 

Los pueblos desde el mirador del Cerro de la Cruz.
Desde el mirador del Cerro de la Cruz se contempla Alicún, Íllar, Terque, Bentarique y muchos pueblos más.




El ayuntamiento de Huécija se esmeró en la rehabilitación del lugar y el resultado fue fantástico. Se construyeron unos merenderos para poder pasar el día en familia rodeados de bosque mediterráneo. También es frecuente observar por la zona a la fauna salvaje como la cabra montés.

La maravilla:
Atardecer en la ermita del Cerro de la Cruz.

Para cobijar la cruz se erigió una ermita huraña y anacoreta, sin grandes motivos ornamentales ni decorativos, tan sólo vestida con la belleza de su entorno.

En el interior de la Ermita, junto a la cruz, encontramos diferentes imágenes de santos, flores u otras ofrendas depositadas por los visitantes. 

Junto al mirador, al merendero y a la ermita se construyó un porche, dónde las madrugadas del 2 al 3 de de mayo de cada año se celebra una romería muy popular. En estos días se decora la cruz con flores y se degustan multitud de alimentos de la zona.


Ermita del Cerro de la Cruz.
Anochecer en buena compañía en el Cerro de la Cruz es un sueño cumplido. La gama de colores que deja el rosicler de la tarde es infinita. Desde este lugar de la Tierra parece que la Luna está más cerca que en cualquier otro sitio del mundo.


Luna llena desde el Cerro de la Cruz.

6 de octubre de 2014

Yacimiento minero de La Partala

Este criadero de mineral, en la estribación de la Sierra de Gádor, tuvo un interés excepcional en otra época. Pero hace ya muchas décadas que la minería en la zona está en decadencia. Los minerales explotados por esta zona fueron muchos y de muy variadas especies mineralógicas; plomo, cinc, cobre, hierro, etc. En la mina de La Partala el mineral más abundante era el azufre.

Restos del coto minero.
El yacimiento minero está enclavado en el término municipal de Benahadux, a una distancia de 1200 metros del centro del pueblo y a 11 km de la capital almeriense, por la carretera nacional.


Benahadux desde la mina.                     
En dicha mina se construyeron fábricas para la explotación del mineral que extraían. La solución técnica de los expertos para la explotación del azufre se decantó por los "Hornos Claret". Ya que estos aprovechaban y mejoraban los minerales de menor calidad.

Hornos Claret.
Las hornos de la mina de La Partala estuvieron en funcionamiento desde finales del S. XIX hasta el año 1952. A día de hoy, el paraje se encuentra en zona urbanizable. Por lo tanto, el yacimiento minero no sólo se encuentra en peligro sino que su extinción es inminente. 

Hornos Claret.
                                             
La maravilla:

Es muy recomendable visitar los restos que quedan en pie de esta maravilla tan cercana y accesible a los residentes en la capital almeriense. Cuánto antes mejor, ya que, en unos años, serán edificaciones modernas las que ocupen la zona que no tendrán nada que ver con la explotación minera. Aún quedan muchos restos en pie de sus años de esplendor; los hornos, fábricas, almacenes, escombreras de azufre... y una entrañable y bien conservada noria de cabestrantes:

Noria de cabestrantes.                       

5 de octubre de 2014

Yacimiento arqueológico de Los Millares

A orillas del río Andarax, a su paso por Santa Fe de Mondújar, se encuentra el despoblado de la Edad del Cobre más importante del continente europeo. Está situado a tan sólo 20 km de Almería por carretera y está abierto todo el año.

Yacimiento arqueológico de Los Millares.
Se construyó en torno al 3000 a.c. y, a nuestros días ha sobrevivido parte de la ciudadela amurallada y una necrópolis que consta de unas ochenta sepulturas colectivas. En Los Millares llegaron a convivir hasta dos mil personas.

Exterior de una tumba de la Edad del Cobre.
Las casas eran circulares y se construían sin ningún tipo de distribución dentro del recinto amurallado que constaba de tres murallas sucesivas más numerosas fortificaciones defensivas, algo inédito en aquella época.

Despoblado de Los Millares.
Los enterramientos se caracterizaban por su gran tamaño. Solían estar formados por una cámara circular de hasta seis metros de diámetro cubierta por una falsa cúpula, cámaras laterales secundarias, corredores de acceso divididos en secciones por unas losas perforadas y un túmulo de tierra recubriéndolo todo.

Interior de una de las muchas tumbas de Los Millares.
En el área del asentamiento existen diversos talleres metalúrgicos en el que se realizaban los procesos de transformación y manufactura del metal. Estos procesos metalúrgicos eran de origen autóctono.

Restos del taller metalúrgico.

La Maravilla:

Luis Siret convirtió a Almería en la capital de la arqueología española. Es una maravilla poder transportarte cinco mil años en el tiempo de una manera tan sencilla y gratuita. Es, en definitiva, una lección de historia al aire libre rodeada de un entorno mágico en mitad de las sierras de Gádor, Alhamilla y Filabres con el predominante paisaje desértico de Tabernas siempre presente.

Murallas de los Millares.